Con todas las portadas de España dedicadas al ingreso en prisión de los señores Muñoz. Alavedra, Prenafeta. García y otro, cuesta encontrar hoy diferencias editoriales entre diarios. La unanimidad, esta vez, es patente. Presuntos corruptos, igual a prisión preventiva. La polémica pues, sólo se instala cuando se enfoca el aspecto formal de la puesta en escena.
Dicen los sabios, los predicadores de barra de bar e incluso algunos buenos comentaristas de prensa que no hay derecho. Que mientras el señor Millet y el señor Montull gozan de libertad para pasear arriba y abajo e irse a tomar un cortado en el café de la esquina, hay otros que han tenido que pasar la vergüenza de salir a diarios esposados como si fueran terroristas. Será porque son o han sido políticos? Quizás sí.
De hecho, el políticos están obligados a un plus de honestidad, justamente porque han estar elegidos para administrar el patrimonio público en nombre de la colectividad. Pero, en cualquier caso, no creo que este sea el foco más adecuado. Si a un pobre desgraciado que ha robado un jamón serrano, lo llevan esposado a la cárcel, no veo porque a un grupo de señores que han hecho desaparecer una millonada, los deben llevar con las manos en el bolsillo. O todos moros o todos cristianos. Y esto va para todos. es decir los señores Millet y Montull que son los que empiezan a hacer pensar que son los únicos que han aconsegut unos abogados a la americana, de aquellos que son capaces de negociar con jueces y fiscales a cambio de lo que llaman “cooperación” y “arrepentimiento”.
No sé, no sé. ¿Quieres decir que esto es como debe ser?
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