Me he tomado unos días para tener más perspectiva y poder analizar tranquilamente la información económica de la última Asamblea de Compromisarios del Futbol Club Barcelona –cosa nada sencilla, dicho sea de paso- para poder discernir correctamente “el marketing de los números” de los números reales del Club.
Para hacerlo, he observado el parámetro más relevante y sencillo: la capacidad de generar ingresos ordinarias, que son los que nos pueden permitir pagar el salario de los mejores jugadores del mundo, a medio y largo plazo. La sorpresa ha sido grande cuando he descubierto que llevamos 3 ejercicios sin crecer, concretamente desde la temporada 2011/2012.
Ese “crecimiento cero” es una novedad absoluta y una señal de alarma que nos indica que la maquinaria de crecimiento económico del Club se ha detenido desde hace tiempo. Y lo peor es que nadie nos lo ha explicado.
La Junta Directiva podrá decir que las ventas de jugadores también se deben contar como ingresos ordinarios, pero nadie que conozca un poco el fútbol y los grandes clubes podrá estar de acuerdo en eso. Cada vez que vendes un gran jugador es muy probable que tengas que pagar más para fichar a su sustituto, y si dejas de ganar títulos, los jugadores se devalúan, resulta más difícil hacer buenas ventas y aparecen las pérdidas. Ningún club que aspire a estar entre los mejores puede basar su economía en la venta de jugadores.
En el cuadro adjunto se puede ver cómo los ingresos ordinarios crecieron de manera casi exponencial en la última década, gracias a un esfuerzo comercial hecho con inteligencia estratégica y mucho trabajo. Pero, increíblemente, el crecimiento se ha detenido desde hace tres temporadas, a pesar de haber tenido la oportunidad de comercializar el mejor equipo y el mejor jugador del mundo. Se hace difícil de creer.
Ingresos ordinarios FC Barcelona sin ventas de jugadores, 2.002 a 2.015 (millones de Euros)
Estos números y otras consideraciones en el ámbito económico me generan varios tipos de inquietudes y reflexiones:
En primer lugar este “crecimiento cero” sostenido genera cierta desconfianza en la Junta y el equipo ejecutivo actual por la incapacidad de hacer crecer el Club desde la temporada 11/12, tal como se merecía habiendo disfrutado del mejor equipo del mundo, del mejor jugador sin ninguna duda (Messi) y otros jugadores entre el top 5 mundial. Creo que es un problema de falta de liderazgo de la Junta y falta de talento en la gestión.
En segundo lugar, la percepción de que la Junta se ha mirado demasiado el ombligo y se ha instalado en la autocomplacencia de saberse en el número 2 del top 10 económico de los Clubes con más ingresos de los últimos años. Pero eso acabará pronto. El Manchester United ya factura 550 millones. El Real Madrid ya ingresó 550 la temporada pasada (¡70 más que el Barça!) Y parece que ingresará otros 25 más por el acuerdo sobre el nombre de su nuevo estadio. El Bayern de Munich ya ha alcanzado también los 530 millones la pasada temporada y sigue creciendo, y otros Clubes de la Premier League (City, Chelsea, Arsenal …) ya están en los 450 millones y continuarán creciendo gracias al nuevo contrato de televisión y el mercado global de patrocinios. Estamos perdiendo fuelle claramente.
Ranking ingresos ordinarios Clubes punteros, 2013-2014 (Millones de Euros)
La tercera inquietud reside en el nivel de gasto que tenemos, totalmente disparado. Para la próxima temporada se han presupuestado 509,6 millones de Euros en gastos, en los que los gastos en salarios de jugadores más las amortizaciones serán como mínimo de 364,2m, un 71% respecto a los ingresos ordinarios previstos para la misma temporada 14 / 15. Esto supone situarse por encima del “límite de seguridad” del 70%. Este nivel de gasto sólo es tolerable cuando se tiene un equipo ganador contrastado, el mejor equipo, y la expectativa de ganar títulos es muy alta.
El verano pasado se hizo una inversión enorme en jugadores, 157 millones, la mayor de la historia, pero las dudas sobre el acierto con algunos jugadores y, por encima de todo, sobre la construcción de un equipo equilibrado y con garantías de éxito también son grandes actualmente. Confiamos en que el entrenador nos vuelva a construir un “equipazo”, como los que construyeron en su momento Frank Rijkaard y Pep Guardiola partiendo igualmente de situaciones deportivas difíciles. En caso contrario, un gasto disparado, aderezado con inversiones galácticas, con un equipo que aún debe resolver dudas sobre sus posibilidades de éxito, y un “crecimiento cero” en ingresos ordinarios, parece un cóctel explosivo y peligroso.
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