Segunda sessión de Intermèdia Cultura
Pedro Yúfera es un hombre que, cuando se pone, se pone. Estudió Derecho sin estar muy convencido, hasta que, casi sin darse cuenta, llegó a ser decano del Colegio de la Abogacía de Barcelona. Empezó a escribir por afición cada día de 5 a 8 de la mañana y ahora es todo un escritor consagrado que ya ha publicado tres novelas y que, si no es un best-seller, es porque aún no sale en la tele.
La última, “No dejes que nadie robe tus sueños” (Excellence 2024), es una narración histórica, feminista y tremendamente dinámica, basada en la historia de una empresaria judía de origen centroeuropeo que llega a Barcelona y, luchando contra todo tipo de dificultades con la única ayuda de su padre, acaba fundando y dirigiendo una fábrica de productos químicos en el Poblenou.
Una mujer que muy probablemente fue también la primera estudiante femenina de Química en la Universidad de Zúrich, que se llamaba Getry (Gertrude) Csonka y que, curiosamente, fue la abuela materna de Pedro Yúfera.
Siempre he pensado que la diferencia entre la novela, la historia y el periodismo (que no es más que una modalidad de la historia escrita bajo presión horaria), radica en que la novela es como el jazz: te permite reinventar, interpretar e improvisar la narración de un tema sin la obligación de ceñirte estrictamente a la partitura.
En este caso, a unos hechos que no es necesario comprobar ni contrastar con nadie. Libertad total, solo limitada por la verosimilitud y el respeto al marco histórico o social en el que se desarrolla la acción.
Y eso es lo que hace Yúfera con sus personajes, que viven una época agitada entre la Primera y la Segunda Guerra Mundial, llena de peligros y amenazas antisemitas, hasta que llegan a instalarse en una ciudad abierta y tolerante como es Barcelona, donde el futuro siempre es una posibilidad real.
Efectivamente, salvo por algún episodio patético protagonizado por grupúsculos falangistas, la vida de la comunidad judía en Barcelona fue lo bastante tranquila como para permitir el progreso de algunas iniciativas empresariales y personales de nuevos ciudadanos de origen asquenazí y sefardí procedentes del hundimiento de los imperios Otomano y Austrohúngaro de entreguerras.
Muchos de ellos abrieron sus tiendas, principalmente de ropa, en los alrededores del mercado de Sant Antoni. Otros, como nos explicó Giaco Ventura, fundaron empresas tan importantes como Mango (Isak Andic), Bassat & Ogilvy (Lluís Bassat), Danone (Isaac Carasso), Talleres Weil SA (José y Edmundo Metzger), Ibérica Films (David Oliver), Casa Mendelsohn (Manuel Mendelsohn) o la Orquesta de Bernard Hilda, que tocaba cada noche en la “Parrilla del Ritz”.
De todo esto hablamos en una interesante sesión de Intermèdia Cultura celebrada en los locales de la Comunidad Israelita de Barcelona, gracias a la mediación del colega Joan M. Piqué, en la que Yúfera nos explicó el trasfondo de un magnífico libro que, entre otras cosas, intenta responder la gran pregunta: ¿vale la pena pagar el altísimo precio de impedir que te roben tus sueños?
Pedro, antiguo cliente y amigo de Intermèdia, nos dijo que esa respuesta la debe dar íntimamente cada uno de nosotros.
Pero nosotros, ya que estamos, la responderemos públicamente: sí, vale la pena.
¡Muchas gracias por el libro, querido Pedro!
(*) Intermèdia Cultura es un nuevo espacio de encuentro entre el mundo de la empresa, la cultura y la comunicación, impulsado por Intermèdia Comunicació con motivo de su 35 aniversario.