Una vez aceptado que el cambio climático está afectando, de forma inevitable, la disponibilidad y calidad de recursos hídricos convencionales dependientes del ciclo natural del agua, se pone de manifiesto la necesidad de tener estrategias de planificación y gestión que permitan aportar nuevos recursos hídricos por otras vías.
Todos los expertos que participaron en la jornada “Aportación de nuevos recursos hídricos no dependientes del ciclo natural de la agua”, organizada por la Comisión de Cambio Climático y Economía Circular de Enginyers Industrials de Catalunya y celebrada el 25 de abril de 2023, coincidieron en que “hay que concentrar los esfuerzos en el impulso de la desalinización y la regeneración del agua en Cataluña”. Una conclusión que coincide con parte de las medidas que se proponen en el informe “Cambio Climático, incidencia en la gestión del agua y los ecosistemas fluviales”, elaborado por el Grupo de Trabajo de Aigües de la Comisión de Cambio Climático y Economía Circular.
Jordi Molist, director del Área de Abastecimiento de la Agencia Catalana del Agua (ACA), anunció que “el nuevo programa de medidas incluye 25 nuevas estaciones de regeneración de agua (ERAs) con unos 200 kilómetros de conducciones asociadas y duplicar la capacidad instalada de desalinización con la construcción de la nueva ITAM Tordera II y, antes del 2027, la ITAM Foix. Unas nuevas instalaciones que supondrán una inversión de 500 M€ por parte de la ACA”.
Otras medidas, según Molist, serán la mejora de la eficiencia y la recuperación de extracciones (aprovechamiento del Besós). “El objetivo es lograr una garantía suficiente al sistema Ter-Llobregat y hacer frente a una parte de los impactos del cambio climático (+3,5m³/s)”, añadió Molist.
El vicepresidente del Asociación para la Defensa de la Calidad del Agua (ADECAGUA), Miquel Salgot, recordó que “en el abastecimiento de aguas potables, sanidad tiene la última palabra y que la carencia de agua genera una limitación sanitaria”. Salgot advirtió que “todavía hace falta mucha investigación sanitaria en el agua”.
Marina Arnaldos, directora de Crecimiento y Soluciones de Cetaqua, advirtió que “la tecnología aporta soluciones pero no hace magia. Para hacer frente a la situación de excepcionalidad actual hace falta una apuesta política y social. Actuar de oficio no cuando tenemos la sequía encima”. Arnaldos señaló que la desalinización tiene el reto del consumo energético y la huella de carbono y la desalinización el de las barreras sociales, económicas y de gobernanza. “Se está avanzando mucho en ambas opciones pero hace falta que estos adelantos se implementen”, apuntó Arnaldos.
“La desalinización es una herramienta complementaria imprescindible para gestionar los tres ejes del sistema que son la calidad, la cantidad y la continuidad del servicio”, destacó Fernando Valero, jefe de I+D+I y Control de Procesos del ATL (Abastecimiento de Agua Ter-Llobregat). Valero reiteró el mensaje de que la desalinización marina supone un consumo energético importante pero comentó que se está trabajando en el uso de “membranas no solo en agua marina sino también en agua superficial y regenerada”. Valero también señaló que el ETAP Llobregat es la planta más grande de Europa y que trata y aprovecha el agua que viene de la cuenca minera del Bages.
Àngels Vidal Nogué, directora de Ecofactories de Agbar, defendió que “el agua regenerada es segura, de calidad, resiliente y sostenible; es alargar la vida de un recurso escaso y fundamental”. Vidal explicó que el agua regenerada es agua local “desvinculada de las consecuencias de la emergencia”, que libera recursos hídricos superficiales y subterráneos y que reduce la huella hídrica y de carbono respeto otras fuentes convencionales y alternativas.
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