El Gremio de Restauración de Barcelona ha celebrado hoy la sexta edición de su particular fiesta de Santa Eulàlia, copatrona de la ciudad, y ha homenajeado a la actriz Lola Herrera.
El presidente del Gremio de Restauración de Barcelona, Salva Vendrell, ha subrayado la Santa Eulalia de la sociedad civil y ha puesto en valor el papel de los gremios, patronales y empresas. Además, ha remarcado la figura de Lola Herrera, “una de las grandes del teatro” y ha agradecido a Carme Ruscalleda que cocineros como ella “nos hayan colocado en la vanguardia gastronómica”.
El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, ha destacado que le hace muy feliz estar en acto como alcalde: “hemos vivido muchas cosas con el Gremio: momentos dulces como ahora, pero también momentos muy difíciles, que es cuando realmente se hacen los lazos y las relaciones. En esos momentos es cuando ves la altura de un sector, la resistencia y el compromiso. Destacó que desde el fin de la pandemia se han abierto 550 nuevos bares y restaurantes en la ciudad, un éxito que va al alza con los magníficos cocineros y cocineras que hacen la ciudad”.
Roger Torrent, consejero de Empresa y Trabajo, ha explicado que “Catalunya es el lugar del mundo donde se bebe y se come mejor”, y que “nuestra manera de hacer no se entendería sin el sector de la restauración, ya que sentarnos junto a una mesa y compartir con la gente que amamos es un elemento de nuestra vida cotidiana. También ha agradecido el trabajo que lleva a cabo el Gremio de Restauración por Santa Eulalia, donde se combinan gastronomía, arte y cultura con los escenarios y el teatro en una fiesta donde están todos y también quieren estar las administraciones.
El presentador badalonés Jorge Javier Vázquez ha sido el encargado de presentarla y glosar su trayectoria, y lo ha hecho con palabras de admiración. “Desde que tengo sentido de la razón, Lola Herrera siempre ha estado presente: en Barcelona, el Mercado de Sant Antoni, la Sagrada Familia y, en el teatro, Lola Herrera”. La vio por primera vez en los años noventa en el teatro Goya, interpretando su mítico papel de la viuda Carmen Sotillo en Cinco Horas con Mario y le hace mucha ilusión, treinta años después, por rendirle este bonito homenaje en esta emblemática sala de La Paloma.
Durante el acto, una emocionada Lola Herrera ha querido agradecer al Gremio de Restauración este reconocimiento y ha admirado “la calidad profesional, la desvergüenza y el sentido del humor” de Jorge Javier Vázquez.
Herrera ha compartido con los asistentes sus recuerdos con la ciudad: La actriz ha explicado que su tía, la hermana de su madre, tuvo que salir de Valladolid huyendo de la vida que la sociedad le tenía reservada por el simple hecho de ser una mujer soltera. Era costurera en blanco – se dedicaba a confeccionar ropa interior de señora, y tenía siempre entre las manos telas y encajes muy delicados que eran “pequeñas obras de arte”. “En aquella época, la mujer soltera, aunque tuviera un oficio y un trabajo remunerado, estaba obligada a atender a los padres, a los hermanos solteros y también a las hermanas casadas y a las cuñadas cuando se ponían de parto. “Ser soltera era lo más parecido a la esclavitud y socialmente visto como la mayor desgracia que le podía pasar a una mujer”. Lola Herrera ha recordado que cuando su tía vino a Barcelona “para buscar su libertad encontró aquí todo lo que no había tenido. Y cuando empecé a venir a trabajar, ella se encargó de enseñarme esta ciudad, con entusiasmo, con mucho amor, como si fuera su casa. Amaba Catalunya”.
La actriz ha recordado su paso por los teatros de Barcelona: “desde 1957 he venido a trabajar prácticamente cada año en los diferentes teatros de la ciudad. El debut fue en el Romea, después en el Barcelona, el Calderón, el Candilejas… el Goya antiguo, más adelante, el Talía, la preciosa sala Windsor, también Villarroel, el Tívoli… Y vuelve a empezar…”. La actriz ha recordado que, cuando terminaban las actuaciones, “la noche era suya”, que “aquella Barcelona era otro mundo”, donde se respiraba “un ambiente de libertad incluso en los tiempos más grises, casi negros…”. En los teatros ha podido hacer lo que más le gusta, “contar historias”, y ha lamentado que muchos de los equipamientos que ha mencionado ya no existan: “Puede que ni te suenen… pero estuvieron aquí y son parte de la historia de Barcelona . El derribo del Calderón – en Rambla Catalunya con Diputació fue terrible, un desatino, una pérdida irreparable para la ciudad y para el teatro en general”. También el Barcelona – en Rambla de Catalunya con plaza de Catalunya-, donde estrenó Cinco horas con Mario, donde la noche del estreno se desmayó: “fue un suceso que me marcó, sonó la alarma de lo que me estaba pasando: una depresión que me duró mucho tiempo”. “Fue el teatro donde más trabajé y me dolió de una manera impactante la desaparición de aquel teatro, creo que todavía me duele…”. Y también ha lamentado la desaparición de la sala Windsor, en la Diagonal, donde fue contratada por Xavier Regàs, a quien ha definido como “un gran conversador que hipnotizaba” y del Talía, en el Paral·lel, que era propiedad de Paco Martínez Soria y que se incendió.
Por último, la actriz ha querido compartir una reflexión: “con la democracia, las mujeres hemos ido consiguiendo -con mucha lucha- unos derechos que nadie nos ha regalado”. Sé lo que es tener que pedirle una autorización al marido para hacer casi cualquier cosa. Si no queremos perder estos derechos, no podemos distraernos ni dar un paso atrás: todos los que hacemos, deben ser hacia delante. Nuestra sociedad es y debe ser diversa, plural y respetuosa con la diferencia, porque todo esto nos enriquece. Y todos estos valores Barcelona siempre les ha representado muy bien. Soy una mujer de teatro; lo he sido toda mi vida. Sigo en activo, preparando con ilusión nuevas funciones. Salir al escenario me nutre, hace que me sienta feliz, en comunión con el público, así que, mientras pueda, buscaré su complicidad y cariño a los teatros. Gracias por tanto y durante tantos años. ¡Que viva el teatro, que viva Santa Eulalia, y que viva Barcelona!”
El acto de Santa Eulàlia ha contado con la asistencia de numerosos profesionales del sector y representantes de los poderes públicos, como Artur Mas, Ada Colau, Alba Vergés, Daniel Sirera, Elisenda Alemany; agentes económicos y sociales como Gabriel Jené, Santa Cruz de la Cámara; actores y cantantes como Queco Novell, José Corbacho, Octavio Pujades, Albert Baró, Ruth Lorenza, Isabel Coixet, Sofía Coll, Betsi Túrnez, Carlos Sans, Anna Maria Barbany, Pep Munné, Agnès Busquets; cocineros como Raül Balam, Carme Ruscalleda; y presentadores como Samanta Villar, Oriol Nolis y Guillem Clua.
En las otras ediciones, las personas homenajeadas por el Gremio de Restauración de Barcelona fueron Manuela Carmena (2018), Lluís Sans (2019), José Luis Rodríguez Zapatero (2020), Julieta Serrano (2022) y Boris Izaguirre (2023).
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